Una cadena humana se congregó en la entrada de la Catedral de Xalapa, para recibir el cuerpo del Cardenal Sergio Obeso, quien falleciera a las 20:40 horas de este domingo.
Proveniente de Coatepec, donde vivió sus últimos días, llegó acompañado de sus familiares y amigos, poco antes de las tres de la mañana.
Al abrir la carroza quedó expuesta la caja. Era de madera y humilde, tal como la pidió.
Su familia cargó el ataúd hasta la entrada de la Catedral, donde era esperado por padres y párrocos de diferentes iglesias, quienes le dieron su bendición y posteriormente fue llevado al altar, donde pusieron una alfombra para colocarlo, ya que también pidió ser velado en el piso.
Sobre el ataúd del Cardenal, fue colocado su palio arzobispal, el bonete y pectoral cardenalicio y un crucifijo.
También las banderas de México y del Vaticano, por ser un mexicano que pertenecía al clero de Roma por ser Cardenal.
Pasadas las tres de la mañana comenzó la Eucaristía y posteriormente, los fieles pudieron pasar a despedirse de él.
Algunos, con un beso al ataúd, otros le rezaron y pidieron su bendición.
Las lágrimas se hicieron presentes y sólo lograban consolarse con un abrazo.
El Cardenal, fue velado durante toda la madrugada de este lunes y continuarán hasta el mediodía de este martes, que será enterrado en la Catedral.
