Recordó que tras determinar el gobierno federal la desaparición de apoyos hacia asociaciones civiles que dan ayuda a féminas, el Instituto Veracruzano de las Mujeres les hizo saber mediante un oficio que ya no se les seguiría ayudando.
Sin embargo, expuso, ellos tenían mujeres refugiadas que incluso habían sido canalizadas por alguna autoridad y no podían simplemente decirles que como ya no tenían ayuda externa se tenían que ir.
Comentó que desde entonces han tocado algunas puertas y hay ciudadanos que les han apoyado, como los taxistas de GRITO, con papel higiénico o un kilogramo de frijol.
Mencionó que la ayuda que les daba el IVM era precisamente en especie con algunos suministros de víveres, artículos de limpieza y personales.
Jaimes García recordó que este refugió nació hace cerca de 15 años y es el único operado por la sociedad civil, en tanto que el gobierno del estado tiene uno en Xalapa que obviamente no es suficiente para atender a todo el estado, y también hay ahí una “casa del medio”, lo cual no se ve bien pues no es posible concentrar en la capital estas instalaciones.
Indicó que mantener el refugio funcionando es complicado, pero de ello dependen vidas de mujeres y si el estado es omiso, como grupo no les pueden dejan en la indefensión.