En consecuencia, aumenta el riesgo de partidos arreglados. Habrá tres choques fraternos en el próximo torneo: Atlas-Santos, Xolos-Querétaro y Pachuca-León. Y por más que federativos y dueños se esfuercen –en el discurso y en la cancha– por disipar sospechas, la realidad es que desde el armado de equipos, el propietario tendrá la opción de favorecer a una franquicia con más y mejores refuerzos en perjuicio de otra plaza, de otra afición.
En febrero de 2018 el llamado Comité de Desarrollo anunció que para buscar la estabilidad
en los equipos de Primera División y del circuito de Ascenso, se lanzaba a la cruzada de impedir que los gobiernos estatales y municipales inviertan en equipos de futbol buscando limpieza y subir el nivel
, puntualizó Gustavo Guzmán, entonces directivo del Atlas.