Nerviosas. Al principio, no gritan las consignas; se ríen cuando escuchan a las más experimentadas decir cosas como «Verga violadora, a la licuadora»; saltan tímidamente al son de «El que no brinque es macho».
Para muchísimas mujeres la marcha de este domingo fue la primera vez de protesta en las calles a favor de sus derechos; en contra de una violencia que ellas mismas califican como insostenible.
Cerca del Monumento a la Revolución, donde inició la manifestación a las 14:00 horas, es sorprendente como, cuando todas saltan, se siente cómo literalmente el piso tiembla.
«Nunca había venido porque tenía miedo, porque creía que sólo marchaban las feministas radicales», dijo Mariana, en entrevista.
Es de Ciudad Obregón, Sonora, pero vive desde hace un año en la Ciudad de México, y cuenta que su mamá sabe que está en la marcha, que está en enojada con ella por haber asistido porque piensa que todas las feministas están a favor del aborto