Paraguay exhibió este martes de nuevo su tradicional ‘garra’ en la octava fecha de las eliminatorias sudamericanas del Mundial de 2026 al hacer su primera víctima, una desdibujada formación de Brasil, con un triunfo por 1-0 en el estadio Defensores del Chaco de Asunción.
La Albirroja, en el segundo partido bajo el mando del argentino Gustavo Alfaro, ganó por primera vez en casa en esta liguilla, tras sacar el viernes un 0-0 de Montevideo, y ahora, con 9 puntos, ocupa el séptimo puesto, que da derecho a jugar por una repesca.
Brasil se aferró al cuarto puesto en la clasificación, con diez enteros, ocho por debajo del líder, Argentina.
El mediocampista Diego Gómez gestó un golazo a distancia en el minuto 20 que dejó sin margen al guardameta Alisson.
Gómez, compañero de Lionel Messi en el Inter Miami, recibió la pelota en la banda izquierda del área, lo retuvo, hizo un cambio de frente y con maestría disparó anidó el balón en el fondo de la red.
La historia fue otra desde ese momento, ya que los dirigidos por el argentino Gustavo Alfaro se arriesgaron a entrar al área rival y a generar acciones de peligro, mientras una desconcertada selección Canarinha buscaba a Vinicius, Rodrygo y Endrick para intentar salir del problema.
La Verdeamarela había impuesto el ritmo del juego desde los primeros minutos, pero no logró romper la ordenada defensa planteada por Alfaro.
Ya con el marcador en contra, los visitantes buscaron espacios, pero los de Gustavo Alfaro tenían otros planes, que no pasaban por facilitar las cosas.
eona del mundo buscó retroceder en busca del balón y se encontró con un equipo guaraní que cerró los espacios y apostó al contraataque.
Con el avance del reloj, el juego fuerte, más no bonito, se hizo presente en un Defensores del Chaco a reventar.
Los locales alentaron al grito de «ole» cada intervención de Gómez o de los atacantes Jorge Enciso y Miguel Almirón, ambos estrellas del fútbol inglés.
La segunda parte del encuentro se convirtió así en un ida y vuelta de pelotas despejadas y una selección brasileña superada en varios pasajes por la apatía.
Paraguay, acusando el cansancio y el desgaste de un partido intenso como local, redujo la velocidad y terminó cediendo espacios.
Fue así como Vinícius Júnior tuvo la oportunidad de ensayar al minuto 72 un disparo que exigió al portero Roberto Fernández a despejar con prontitud, aunque no cambió el desenlace.