Ciudad de México, 16 de junio de 2025
El periodista Salvador García Soto reveló recientemente una nota médica que detalla el estado de salud del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, encendiendo nuevamente el debate sobre su capacidad para continuar al frente de la institución.
De acuerdo con la información difundida por García Soto, el fiscal fue sometido a un procedimiento de cateterismo cardíaco y presenta condiciones de salud delicadas que podrían afectar su desempeño en una de las responsabilidades más relevantes del sistema judicial mexicano.
La nota médica, cuya autenticidad no ha sido desmentida hasta el momento, indica que Gertz Manero se encuentra bajo un tratamiento continuo y ha tenido episodios de salud que requieren atención especializada. Ante estos hechos, diversos actores políticos y sociales han comenzado a exigir transparencia sobre su estado médico.
“Es necesario que se esclarezca la situación del fiscal general, ya que la Constitución establece requisitos claros sobre la salud física y mental de quienes ocupan cargos clave en la administración pública”, señaló García Soto durante su participación en medios nacionales.
Hasta ahora, la Fiscalía General de la República (FGR) no ha emitido una postura oficial sobre el contenido de la nota médica ni ha confirmado si el fiscal solicitará licencia o considerará su renuncia por motivos de salud.
Este no es el primer episodio que genera controversia en torno a la salud del titular de la FGR. En meses anteriores, ya se habían difundido versiones sobre problemas físicos que limitarían su presencia activa en tareas operativas.
En medio de un contexto político y judicial particularmente sensible —marcado por investigaciones de alto perfil y una agenda judicial cargada—, la incertidumbre sobre el estado de salud del fiscal general incrementa las tensiones dentro del gobierno federal y en el ámbito jurídico nacional.