Los gobiernos de México y Colombia elevaron a nivel diplomático el caso del asesinato de los músicos colombianos B-King y Regio Clown, quienes fueron hallados sin vida en la Ciudad de México tras varios días reportados como desaparecidos.
La Cancillería mexicana informó que mantiene comunicación directa con su homóloga colombiana para garantizar una investigación exhaustiva y transparente, mientras que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México continúa con las diligencias periciales.
En Colombia, el hecho ha generado una fuerte reacción pública y oficial, al grado de que la Cancillería señaló que el esclarecimiento del caso se ha convertido en un asunto de Estado, dada la relevancia cultural de las víctimas y la indignación social.
Por su parte, colectivos de artistas y defensores de derechos humanos en ambos países han exigido justicia y mayor seguridad para los trabajadores de la industria musical, quienes denuncian ser vulnerables a la violencia.
El caso de B-King y Regio Clown se perfila como un nuevo punto de tensión diplomática en la región, pero también como una oportunidad de cooperación bilateral en materia de justicia y protección a los ciudadanos.








