Tras el operativo que hace dos semanas debilitó significativamente a las estructuras del Cártel de Sinaloa en territorio estadounidense, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ha redirigido sus esfuerzos hacia el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerado actualmente como uno de los grupos criminales más poderosos y violentos de México.
De acuerdo con fuentes de seguridad consultadas por medios locales, la agencia antidrogas busca descifrar y desarticular las redes de financiamiento, transporte y distribución del CJNG en diversas ciudades de Estados Unidos, principalmente en la costa oeste y el medio oeste, donde el cártel ha expandido su influencia en los últimos años.
La ofensiva contra este grupo se centra en dos frentes: la intercepción de rutas de trasiego de fentanilo y metanfetaminas, así como el rastreo de operaciones de lavado de dinero que utilizan empresas fachada para introducir ganancias ilícitas en el sistema financiero.
Expertos en seguridad advierten que este cambio de estrategia podría intensificar la violencia en México, particularmente en Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Veracruz, entidades donde el CJNG mantiene una presencia activa y disputas con otros grupos criminales.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha reiterado que, tras los recientes golpes contra la estructura de Sinaloa, “ninguna organización criminal está fuera del alcance de la ley”, y que el combate contra el narcotráfico continuará sin distinciones.
Con esta nueva fase, la DEA busca frenar la entrada de drogas sintéticas a su territorio, al tiempo que manda un mensaje de presión contra los principales cárteles que operan en la región..









