Un fin de semana marcado por la violencia sacudió a Michoacán, donde se registraron múltiples ataques armados, enfrentamientos y bloqueos carreteros en diversas regiones del estado, dejando un saldo preliminar de muertos, heridos y un clima de extrema tensión entre la población.
De acuerdo con reportes de seguridad, los hechos más graves ocurrieron en los municipios de Apatzingán, Uruapan, Zamora y Buenavista, donde células del crimen organizado incendiaron vehículos para bloquear carreteras, además de atacar a balazos a fuerzas de seguridad y civiles.
En la región de Tierra Caliente, pobladores denunciaron que hombres armados irrumpieron en comunidades enteras, provocando el desplazamiento de decenas de familias que buscaron refugio en localidades vecinas.
La Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán confirmó la activación de un operativo conjunto con la Guardia Nacional y el Ejército para restablecer el orden, mientras que autoridades estatales reconocieron que la violencia responde a disputas entre cárteles que buscan el control de territorios estratégicos para el trasiego de drogas y armas.
Expertos advierten que los recientes hechos reflejan una escalada del poder criminal en Michoacán, entidad que desde hace más de una década enfrenta altos niveles de narcoviolencia.
La población, en tanto, vive bajo zozobra, con escuelas suspendidas y actividades comerciales paralizadas en algunas zonas debido al temor a nuevos enfrentamientos.









