EL RECUERDO INEVITABLE: MATANZA DE TLATELOLCO
Como cada año, la sociedad mexicana conmemora la Matanza de Tlatelolco, ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de la Ciudad de México.
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), los hechos representaron la culminación de múltiples delitos cometidos contra el movimiento estudiantil, que podrían calificarse como de lesa humanidad.
En la masacre fueron baleadas más de 300 personas que participaban en una manifestación pacífica.
El autor material de la represión fue el Ejército Mexicano, apoyado por el grupo paramilitar conocido como Batallón Olimpia. Este grupo, cuyos miembros se identificaban al portar un guante blanco en la mano izquierda, participó activamente en la llamada Operación Galeana, cuyo objetivo era detener a los líderes del Consejo Nacional de Huelga (CNH).
Inicialmente, el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz negó la existencia del Batallón Olimpia en los hechos, alegando que su función era velar por la seguridad relacionada con los próximos Juegos Olímpicos de México 1968. Pero investigaciones posteriores y los testimonios de sobrevivientes confirmaron la participación tanto militar como paramilitar en detenciones masivas, arbitrarias e ilegales.
El movimiento estudiantil de 1968 fue mucho más que un acontecimiento universitario. Estudiantes de universidades como la UNAM, el IPN, El Colegio de México, Chapingo, la Ibero, La Salle, entre otras, —al igual que preparatorias, normales y vocacionales— se unieron al reclamo. Asimismo participaron profesores, obreros, amas de casa, intelectuales y sindicatos, extendiendo su carácter social y nacional
Uno de los debates que persiste es el del número exacto de víctimas. Mientras que los registros oficiales inmediatos hablaban de alrededor de 30 personas muertas y 53 heridos graves; informes posteriores de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado estiman hasta 300-350 muertos. También se reportan cerca de 1,000 a 2,000 detenidos esa tarde, muchos trasladados al Campo Militar Número Uno.
Sobre los derechos humanos: la CNDH ha señalado que hasta la fecha no se ha arribado ni a la verdad completa ni a la justicia plena en el caso. Las violaciones al derecho a la vida, a la libertad de reunión, expresión, integridad personal, protestar pacíficamente y la legalidad se mantienen sin castigo en muchos casos.
El movimiento tenía demandas claras que los estudiantes hicieron públicas el día del mitin, entre ellas: libertad de presos políticos, derogar ciertos artículos del código penal, indemnización para heridos, deslindamiento de responsabilidades de autoridades, depuración de policía, entre otras.
La masacre de Tlatelolco no solo dejó heridas físicas y muertes, sino también un profundo impacto político y cultural. Opacó los esfuerzos del gobierno mexicano de utilizar los Juegos Olímpicos como vitrina internacional, y dejó como legado una exigencia persistente de memoria, justicia, reparación del daño y reconocimiento histórico