La Cámara de Diputados aprobó este jueves la aplicación de los llamados impuestos “saludables”, una serie de medidas fiscales que incrementan los gravámenes a productos como refrescos, tabaco, bebidas alcohólicas, apuestas y videojuegos violentos.
La reforma, impulsada por legisladores de la mayoría, busca reducir el consumo de bienes considerados dañinos para la salud y la convivencia social, además de fortalecer la recaudación fiscal con fines de prevención y atención médica.
De acuerdo con el dictamen aprobado, los nuevos impuestos entrarán en vigor a partir de 2026, y los recursos obtenidos se destinarán —según el texto de la iniciativa— a programas de salud pública, educación y atención a las adicciones.
Durante la discusión, diputados de oposición criticaron la medida, argumentando que afectará principalmente a los consumidores de menores ingresos y que no existen estudios concluyentes que relacionen los impuestos con una reducción efectiva en el consumo de estos productos.
En contraste, la mayoría parlamentaria defendió la propuesta señalando que México enfrenta graves problemas de obesidad, tabaquismo y adicciones, por lo que las medidas fiscales son “una herramienta de salud pública necesaria”.
Con esta aprobación, México se suma a la tendencia internacional de aplicar impuestos disuasorios a productos que generan altos costos sociales y sanitarios, aunque el debate sobre su efectividad y equidad continúa abierto.