Bolivia ha iniciado una nueva etapa política tras la victoria de Rodrigo Paz Pereira en las elecciones presidenciales celebradas este domingo, poniendo fin a más de una década de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS).
Con más del 52% de los votos, Paz —hijo del expresidente Jaime Paz Zamora— se impuso frente a la candidata oficialista Luisa Nayar, quien reconoció su derrota la noche del domingo. El nuevo mandatario asumirá el poder con la promesa de reconstruir la unidad nacional y reactivar la economía, en un contexto de polarización política y desaceleración económica.
Durante su discurso de triunfo en La Paz, Rodrigo Paz afirmó que su gobierno buscará “reconciliar al país y devolverle confianza a las instituciones”, destacando la necesidad de diálogo con todos los sectores sociales y regionales.
Analistas coinciden en que el triunfo de Paz marca un giro hacia el centro político, tras años de tensiones entre el oficialismo y la oposición. No obstante, advierten que su administración enfrentará retos inmediatos como la inflación, el desempleo y la crisis en el sector energético.
El presidente electo tomará posesión el próximo 15 de noviembre, en medio de amplias expectativas por el rumbo que tomará Bolivia bajo su liderazgo.