Los gobiernos de México y Estados Unidos se encuentran en la fase final de negociación de un nuevo acuerdo integral que abarcará temas de seguridad, migración y comercio, en el marco de la última etapa de la prórroga arancelaria que Washington otorgó a productos mexicanos.
Fuentes diplomáticas confirmaron que las conversaciones buscan modernizar los compromisos bilaterales en materia de control fronterizo, combate al tráfico de fentanilo y fortalecimiento de cadenas de suministro, con el objetivo de evitar la reactivación de aranceles sobre sectores estratégicos como el acero, el aluminio y los productos agrícolas.
El canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, aseguró que el nuevo marco de cooperación “tendrá un enfoque de corresponsabilidad y respeto mutuo”, mientras que funcionarios estadounidenses insistieron en reforzar los mecanismos de repatriación y control migratorio.
De acuerdo con analistas, la iniciativa podría convertirse en una renovación del entendimiento bicentenario, con mayor énfasis en la seguridad económica y fronteriza, temas prioritarios para ambos gobiernos en un año electoral en Estados Unidos.
Aunque aún no se han revelado los detalles finales, se prevé que el acuerdo sea anunciado oficialmente en noviembre, antes de que expire la actual prórroga comercial, con el objetivo de mantener la estabilidad en el comercio bilateral y proyectar una nueva etapa de cooperación estratégica entre ambos países.