El Gobierno de Estados Unidos expresó su confianza en que China decida aplazar la entrada en vigor de las restricciones a la exportación de tierras raras, materiales esenciales para la industria tecnológica y militar, en vísperas de la cumbre bilateral entre Donald Trump y Xi Jinping.
Fuentes de la Casa Blanca señalaron que existen “avances discretos pero significativos” en las conversaciones previas al encuentro, previsto para la próxima semana, donde ambos líderes abordarán temas de comercio, seguridad y tecnología estratégica.
El gigante asiático había anunciado nuevas limitaciones a la exportación de minerales críticos como el galio, el neodimio y el disprosio, argumentando motivos de “seguridad nacional”. Sin embargo, Washington considera que tales medidas podrían tener un impacto global en la producción de semiconductores, vehículos eléctricos y sistemas de defensa.
Analistas internacionales interpretan este posible aplazamiento como un gesto diplomático de buena voluntad de Pekín, mientras Trump busca redefinir las relaciones comerciales con Asia en el marco de su nueva política industrial.
De confirmarse, el acuerdo temporal podría reducir tensiones y abrir el camino para una negociación más amplia sobre el control de recursos estratégicos entre ambas potencias.









