Tras varios días de tensiones y afectaciones en distintas carreteras del país, los grupos de campesinos inconformes comenzaron a desmontar sus bloqueos luego de una intermediación directa de diputados federales, quienes lograron destrabar el diálogo con el Gobierno. Las organizaciones rurales aceptaron levantar las protestas tras recibir compromisos concretos en materia de apoyos productivos, acceso a créditos y revisión de sus principales demandas sobre precios de garantía y subsidios.
De acuerdo con los legisladores participantes, el acuerdo contempla mesas de trabajo permanentes y la presencia de autoridades de alto nivel para supervisar el cumplimiento de los compromisos. Los campesinos señalaron que, aunque mantienen la desconfianza, decidieron dar una oportunidad al proceso institucional para evitar mayores afectaciones a la ciudadanía y al transporte de mercancías.
El retiro progresivo de los bloqueos inició la noche del martes y continuará durante las próximas horas, en un ambiente aún vigilado por fuerzas de seguridad. Mientras tanto, expertos advierten que las protestas podrían reactivarse si el Gobierno no cumple con lo pactado, pues la crisis en el campo sigue siendo uno de los puntos más delicados para la administración federal.









