Lo que parecía una simple controversia alrededor del certamen Miss Universo se ha convertido en un escándalo mayor que involucra presuntos vínculos con grupos del crimen organizado. Investigaciones recientes revelan que detrás de las operaciones y patrocinios del concurso habrían operado redes dedicadas al tráfico de drogas, armas y robo de combustible, utilizando el glamour del evento como fachada para mover recursos y establecer contactos.
Autoridades federales han confirmado que se analizan contratos, inversiones y flujos financieros relacionados con empresas y figuras vinculadas al certamen, algunas de las cuales presentan irregularidades que apuntan a lavado de dinero y triangulación de fondos. La polémica estalló luego de que excolaboradores denunciaran prácticas opacas y presiones internas para ocultar la verdadera procedencia de ciertos apoyos económicos.
El caso ha generado impacto internacional y presiona a la organización de Miss Universo a dar explicaciones claras, mientras que expertos advierten que el uso de espectáculos mediáticos como pantalla criminal es una práctica cada vez más sofisticada. El Gobierno mexicano, por su parte, anunció que dará seguimiento a todas las líneas de investigación para desmantelar cualquier estructura ilícita vinculada al certamen.








