Muerto el Rey; viva el Rey.
Héctor Eligio Rosas Saraiba/Orgía Política.
La Universidad Veracruzana vive días tensos, casi de respiración contenida. Se siente en los pasillos, en los murmullos y en las miradas que evitan admitirlo: la ausencia de José Enrique “Papo” Levet Gorozpe dejó un vacío que no es simbólico, es estructural. Cuando un equilibrio se sostiene por una figura con autoridad, carácter y experiencia, su falta no solo se nota… se resiente.
La palabra correcta para describir este momento es implosión. No una explosión hacia afuera, sino un colapso interno, silencioso al principio, pero inevitable cuando las paredes ya no tienen la fuerza que antes les daba cohesión. La UV llevaba años caminando sobre tensiones, pero el liderazgo de Levet mantenía a raya los conflictos, alineaba intereses, amortiguaba pleitos y, sin decirlo abiertamente, estabilizaba al rector Martín Aguilar Sánchez, sostenido en buena parte por el respaldo sindical.
Ese equilibrio ya no existe.
Papo Levet tenía a casi todos controlados, como se sabe en voz baja y se admite en voz alta. Hoy, sin él, el ajedrez interno se descompone. Se rompen viejas lealtades, se reactivan rencores, se sienten codazos entre facciones que antes estaban disciplinadas por la sola presencia del líder sindical. La UV, que ya atravesaba turbulencias administrativas, enfrenta ahora su mayor reto: evitar que las pugnas internas la desgarren desde adentro.
La telenovela universitaria entra en un capítulo decisivo. Habrá movimientos, habrá reacomodos, habrá fuego cruzado. Falta ver si el rector tiene con qué sostenerse sin la red que lo apuntalaba o si la institución caerá en un vacío de autoridad donde cada grupo empiece a halar por su cuenta.
El tiempo dirá si esto se convierte en un reacomodo inevitable o en una implosión en toda regla. Lo único seguro, por ahora, es que la UV ya no es la misma desde que su figura de mayor peso se fue. Que Dios tenga en su gloria al ingeniero José Enrique Levet Gorozpe. Aquí abajo, su ausencia ya empezó a mover placas tectónicas.









