Leticia Zurita Dávila, la abogada con más poder en Veracruz. “¡Te voy a hacer un desmadre, vas a ver!…
Esa fue la sentencia de la Lic. Leticia Zurita Dávila contra el periodista Lafita León. Y Cumplió. Justo en Nochebuena, mientras las familias celebraban, la FGE emitió un comunicado “triunfalista”: detuvieron al periodista bajo cargos absurdos de terrorismo y delitos contra la seguridad pública.
No detuvieron a un generador de violencia, detuvieron a Lafita León, el hombre que se atrevió a no bajar la cámara ante las amenazas de la Lic. Leticia Zurita Dávila.
¿Su “delito”? Documentar un accidente en el malecón donde se vio involucrada la hija de la abogada.
¿Qué tanto poder tiene una persona para doblar la justicia a su antojo? En Coatzacoalcos, la respuesta tiene nombre y apellido: Leticia Zurita Dávila.
Es inaudito. En una de las ciudades más violentas del mundo, la «amenaza» que el Estado decide neutralizar es un comunicador cuya única arma es una cámara. Esta es la justicia en Veracruz: una llamada telefónica de la persona «adecuada» pesa más que la libertad de prensa.