En los últimos días, el senador y presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, ha protagonizado una serie de controversias que han tensionado la cohesión interna de Morena, poniendo a prueba la unidad del movimiento.
1. Acusaciones de incumplimiento de acuerdos y pugnas internas
Noroña denunció públicamente que los acuerdos pactados tras las encuestas internas para la sucesión presidencial —como repartición equitativa de cargos— no se han cumplido. Aunque se comprometió con posiciones en la estructura legislativa, observa que fueron asignadas a otros actores como Adán Augusto López y Ricardo Monreal. “Hacen maromas para no cumplir”, enfatizó
2. “Golpeteo interno” y desgastes en la unidad partidista
Desde su trinchera, Noroña lamentó que dentro de Morena se haya desatado una ofensiva de “golpeteo interno” contra él y otros liderazgos como Adán Augusto López y Monreal. Lo calificó de “politiquería” que amenaza la unidad del movimiento
3. Interrupciones e inconformidades en el Senado
En mayo, en medio de una sesión sobre el rescate financiero (FOBAPROA), Rubén Moreira —senador del PRI— lo acusó de “fascista” y hubo un fuerte choque. Noroña respondió cortando su micrófono, una acción criticada por muchos por su estilo confrontacional
4. Reveses mediáticos: “salidas de tono” bajo escrutinio
Sus expresiones públicas han sido calificadas como poco oportunas, lo que ha dado combustible a la oposición y visibilizado fricciones internas. Se observa que su perfil confrontador podría estar erosionando la percepción de unidad en Morena
5. Alerta por ambiciones y posibles futuros desenlaces
De acuerdo con fuentes internas, hay inquietud con que Noroña busque consolidar un liderazgo aún más fuerte tras concluir su mandato al frente del Senado. Se evalúa si será más conveniente para el partido mantenerlo visible o, por el contrario, alejarlo del foco público