Una investigación periodística reveló que durante su gestión como gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández adjudicó contratos por más de 592 millones de pesos a empresas vinculadas con amigos, exsocios y antiguos clientes, varios de ellos con historial de donaciones políticas o relaciones personales con el exfuncionario.
Los documentos obtenidos a través de la Plataforma Nacional de Transparencia y el portal de adquisiciones estatales muestran que, entre 2019 y 2021, el entonces mandatario tabasqueño otorgó contratos sin licitación pública a al menos 12 compañías para obras de infraestructura, servicios de comunicación y suministro de materiales.
Entre las firmas beneficiadas se encuentran constructores y consultoras relacionadas con personas que habrían trabajado previamente con López Hernández en su despacho jurídico o en campañas políticas locales.
Expertos en transparencia señalan que las adjudicaciones presentan patrones de favoritismo y posible conflicto de interés, además de irregularidades en la justificación de los procesos de excepción.
Pese a los señalamientos, Adán Augusto no ha emitido una declaración pública sobre el tema. Sin embargo, funcionarios de su equipo negaron cualquier irregularidad y aseguraron que todos los contratos “fueron asignados conforme a la ley”.
El caso ha reavivado el debate sobre el uso discrecional de recursos públicos en Tabasco y los vínculos entre política y negocios en la administración local.









