El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asestó un duro golpe al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) al ordenar la suspensión temporal de nuevas rutas aéreas estadounidenses hacia la terminal mexicana, una medida que, según analistas, frena el crecimiento internacional del proyecto insignia de Andrés Manuel López Obrador.
La decisión fue comunicada por el Departamento de Transporte (DOT), que argumentó “razones de seguridad y viabilidad comercial” para limitar las operaciones hacia el AIFA, justo cuando México buscaba consolidarlo como su principal centro aeroportuario del centro del país.
Desde el Gobierno mexicano, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó la medida como una acción política y desproporcionada, asegurando que su administración defenderá la soberanía nacional y el desarrollo de la infraestructura impulsada en el sexenio anterior.
“No permitiremos que decisiones externas detengan el avance del país. El AIFA es y seguirá siendo una pieza clave en la conectividad nacional”, afirmó Sheinbaum.
Especialistas del sector aéreo advierten que la decisión de Washington podría reducir hasta en un 30% el tráfico internacional proyectado para 2026, afectando también la confianza de aerolíneas extranjeras interesadas en operar en la terminal.
El AIFA, inaugurado en 2022 como alternativa al cancelado aeropuerto de Texcoco, ha sido uno de los proyectos más defendidos por López Obrador y su sucesora. Sin embargo, la reciente decisión de Trump pone en riesgo su expansión internacional y reaviva el debate sobre su viabilidad económica y operativa.
